Delfines en peligro de muerte en Parque Nacional Morrocoy

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DELFINES.1504Expertos de la Estación Biológica de Rancho Grande de Maracay,en Venezuela, estado Aragua, realizaron un monitoreo en la ensenada donde se encuentran desde hace varios días alrededor de 15 delfines, ubicada en las adyacencias de La Cuevita entre Boca Seca y Bajo Caimán del Parque Nacional Morrocoy.
Los expertos, en una operación especial de cinco horas, trataron de orientar a los cetáceos hacia la «boca» de la ensenada, lanzándoles comida, pero no lograron el objetivo.
Al frente de la comisión estuvieron el guardafauna dos de la Estación Biológica Rancho Grande, Manuel González Fernández, y el coordinador del Parque Nacional Morrocoy, Pedro León, así como representantes del Instituto Nacional de Parques (Inparques) procedentes de Lara, Yaracuy Caracas.
González aclaró que se trata de un comportamiento normal de los delfines, pero como están dentro del Parque Nacional Morrocoy, se generaron muchas expectativas.
Preocupados por si así como llegaron al sitio saldrán, se acordó para mantenerlos vigilados un monitoreo constante que evite que puedan debilitarse por falta de comida.
En la inspección realizada este miércoles, lograron constatar que los animales están en perfectas condiciones pese a los días que tienen en la ensenada de cinco kilómetro de diámetro, característica que les permite a los delfines movilizarse sin dificultades y salir al aire tranquilamente.
El problema está en que la laguna rodeada de arrecifes sólo tiene una entrada, lo que dificultaría la salida de los cetáceos, pero se espera que lo hagan de manera natural y cuando suba la marea.
Mientras adoptan ese comportamiento, se acordó con el coordinador del Parque Nacional Morrocoy efectuar una campaña de divulgación entre los lancheros y dueños de embarcaciones deportivas sobre la situación para que naveguen por La Cuevita y sus alrededores a baja velocidad. Indicó que ésa sería una de las maneras de evitar un choque con un delfín.
En vista de la situación surgieron varias propuestas para sacar a estos animales acuáticos del referido lugar, cómo arrearlos y cercarlos con chinchorros, Manuel González advirtió que eso sería fatal para los cetáceos, ya que podría causarles estrés y por ende la muerte. «Es necesario que todos entiendas que hay que tener esa parte del Parque Nacional Morrocoy bajo protección especial hasta tanto los delfines tomen su destino normal».
Sería inteligente ayudarlos a salir de esa encenada pues son unos hermosos y protegidos cétaceos que merecen nuestro respeto y consideración y tener en cuenta que los delfines pueden manifestar sentimientos iguales a los del humano.Si no vean esta historia bien conmovedora

Historia de la Delfín Mary G

Por cierto que ahora voy a referirme a una historia que conmovió al mundo entero y a las sociedades ecologistas y protectoras del Delfín, aparte del escándalo en la prensa por el vil asesinato de una entrenadora producto de la intolerancia de la gente.Se trata de la delfín hembra Mary G y su relación con su entrenadora,Tamara Monti en Italia.

ITALIA- DELFÍN

* La cuidadora de Mary G. murió asesinada
* Desde ese momento el cetáceo vomitaba todo lo que comía y había perdido 50 kilos.
* Los expertos creyeron que podría estar deprimido por la muerte de su entrenadora.

Esta fue la noticia que conmovió a mucha gente en el mundo

Italia 20–03-2007-.Minuto20 y Efe
Mary G, un delfín del acuario de Riccione, en Italia, podría morir de tristeza tras el fallecimiento de su cuidadora, Tamara Monti, asesinada brutalmente.

Monti, de 37 años, murió acuchillada por un vecino que no soportaba los los ladridos que los perros que su dejaba en casa solos cuando iba a trabajar al acuario.

Tras dos semanas después del suceso, el delfín vomita todo lo que come y ha adelgazado 50 kilos en dos semanas.
El delfín vomita todo lo que come y tiene una infección

Su cuidadora era más que una simple trabajadora del acuario, ya que fue ella quien salvó la vida a este ejemplar de Grampus griseus encallado en el puerto de Ancona en el que falleció su madre.

Cuando Mary G. llegó al acuario, Monti la cuidó junto a su novio, también instructor, hasta el día de su muerte, haciendo revivir al delfín y mejorando su salud.

Ahora, Mary G. vive una larga agonía y no come ni su ración diaria de leche y calamares. Además, ha comenzado a padecer una peligrosa infección estomacal y tiene complicaciones nerviosas.

Los responsables del acuario y de organizaciones ecologistas han mostrado su preocupación por el estado del cetáceo, que si no recupera las ganas de vivir, seguirá los pasos de su cuidadora.
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Sobre la salud de la Delfín

De Mary G se supo que sufría una infección intestinal y que se recuperaba.
«Mary G., el mamífero hembra que se encuentra en el delfinario de Riccione, Italia, sufre de una enfermedad de parásito intestinal desde el pasado 18 de diciembre, sin embargo, los veterinarios explicaron que su salud mejora y ésta no se relaciona con la muerte de Tamara Monti, una de sus diez entrenadores, que fue asesinada el 2 de febrero.
En un principio, la enfermedad del delfín se asoció a que sufría depresión, melancolía y tristeza por la muerte de su instructora Tamara Monti, quien murió acuchillada por su vecino de departamento, enloquecido por el ladrido de sus dos perros que allí dejaba solos cuando iba a trabajar al acuario», de acuerdo con el diario La Nación de Argentina en su versión electrónica.

Ahora,lo último que se supo de Mary G, a través de un blog ecologista-Ecoblog.it-, fue que se había recuperado, ganado 20 kilos, que estaba comiendo 18 kilos de calamares horneados, saltaba y hablaba de nuevo.

«Ricordate Mary G., la delfina ospite del delfinario Oltremare di Riccione, che aveva intenerito l’Italia perchè aveva smesso di mangiare in seguito (si diceva erroneamente) della morte della persona che l’accudiva?
Ebbene, ottime notizie. Mary G. ha ripreso a mangiare. O meglio, ha ripreso a ingrassare.

Mary G. sta guarendo dall’infezione intestinale che le impediva di assimilare il cibo che ingeriva e che le aveva causato una grave perdita di peso. L’infezione, insorta ancora prima della morte di Tamara, le aveva fatto perdere quasi 50 chili, ora ne ha già ripresi più di 20. L’ultima pesata diceva 182 kg, e dal delfinario raccontano che stia migliorando su tutti i fronti: analisi incoraggianti, ottimo appetito (18 chili di calamari al giorno!), altezza dei salti in miglioramento, parlantina di nuovo fluente.

Cara Mary G., auguri per una pronta guarigione».
También espero que se haya salvado

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